martes, 9 de mayo de 2017


Estábamos…

Lentamente tu lengua, entre mis labios se hundía

mientras yo, flotando por el firmamento... ¡ardía!


Vibraron mis labios con tus sentidas promesas

mientras tus traviesas manos, -por mi

consentidas-

jugaban entre mis muslos, a las escondidas

Las mías...recorrían tu cuerpo caprichosas...

Traviesas te provocaban quejidos gozosos

haciendo estremecerse a mis senos, de ti ansiosos.

Mi deseo te acuna si te pierdes en ellos.

¡Por saciar tú ardiente sed, se conservan tan

bellos!

Con derroche de placer la noche nos cobijo.

La luna muy celosa al amanecer nos dejo

y la luz del alba amándonos nos encontró.

Nos quiso obsequiar con sus destellos de alabastro

y aun recordando, y muy tiernamente

entrelazados

comprendíamos que... ¡estábamos enamorados!


María Sena.
(Del año de la 'picor')